En cualquier caso, desde aquí quiero presentar mi alegato a favor de las melenas, pelos, pelánganos. Como Aragorn, como Jesucristo, como yo. Hombres de la tierra, tomad el ejemplo que prefiráis, pero consideradlo seriamente. No hay nada como una buena melena.
Para ilustrarlo, os dejo un video del musical Hair, de 1979. Esta película trata muchos temas interesantes de modos muy simpáticos, y cuando puede volveré sobre el tema, pero hoy sólo hay tiempo para los pelos. He puesto una versión subtitulada (de aquella manera) para que todo el mundo pueda coger al menos el hilo. Los más duchos en la lengua de Shakespeare harían mejor en ver la letra original.
En ella tenemos perlas como:
My hair like Jesus wore it [Mi pelo como lo llevaba Jesucristo]
Hallelujah I adore it [Aleluya, yo le adoro]
Hallelujah Mary loved her son [Aleluya, María quería a su hijo]
Why don’t my mother love me? [¿Por qué mi madre no me quiere a mí?]
Que lo disfrutéis con pelo sano.
J.