Esos días extraños, entre que sabes que algo va a suceder y que sucede realmente. Esos días de espera. Esos días de hacer cosas (casi cualquiera) porque no sabes qué hacer, porque todavía no puedes hacer lo importante. Días de caminar sonámbulo, con la certeza de que todo es superfluo, carente de interés. Días de estar ausente. El lunes empieza todo. Otra vez. Y los días que quedan hasta él son puro trámite.
J.