La primera vez que escuché esta canción tendría yo unos dieciocho años. Hablaba de un mundo lejano, un mundo lleno de experiencias, de ocasiones perdidas y encontradas. De hombres y mujeres interesantes por lo que habían vivido, y lo que no.
Y de repente, porque os aseguro que ha sido de repente, resulta que soy yo el que tiene treinta y tantos. Qué cosas.
Lo que pasa es que la canción de Loquillo habla mucho de un momento final. Ese “la fiesta ha terminado”. Lo bueno es que como yo no hice demasiadas locuras en mi juventud, ahora puedo hacer locuras de sobra. O de Sombra :-). Así que, por mi parte, nada de la fiesta ha terminado. En todo caso estamos en algún momento entre el fin de la primera parte y el comienzo de la segunda. Nos vemos dentro de otros quince o veinte años :-).
J.