Estoy preparando la primera entrada de trasfondo para la web/Facebook de El Libro de Ivo, y evidentemente tengo que hablar de cómo aparece la magia en el el libro, y de qué magia aparece… Y me encuentro que me resulta muy difícil hacerlo sin entrar en el terreno personal. Porque yo he escrito sobre la magia que conozco, sobre la magia que he vivido. Y el que me conoce y, por ejemplo, se ha enfrentado alguna vez a mi tarot, sabe perfectamente a qué me refiero. Y que mi vida está llena de extrañas coincidencias mágicas y de escepticismo en la misma medida. Y que creo que el mundo es lo que decidimos creer. Y que si soy algo, soy pagano, pero que no hay por qué ser nada. Pero, ¿cómo explicar eso para explicar El Libro de Ivo? ¿En qué medida es necesario? O dándole la vuelta, ¿por qué tendría que no decirlo? No lo sé. Dudo y dudo, y pongo y quito cosas de la entrada. Y la otra noche saqué de nuevo las cosas brujeriles, que llevaban un buen tiempo en su baúl, y me sentó bien. Y me pregunto no sólo qué soy, sino qué quiero ser, que es quizás una pregunta aún más importante.
Y es complicado definir lo que soy. Pero está claro que incluye un pentáculo.
J.