Los días de lluvia siempre resuenan como un tambor de calma en mis entrañas. Los días de lluvia son días de manta y de silencio. Pero también días de ventana y de silencio. Los días de lluvia son días de recuerdo, días de estar conectados por el repiqueteo de las gotas, donde quiera que estés. A veces, los días de lluvia son días de tormenta. Todos los truenos te pertenecen, puentes de rugido entre nosotros. Los días de lluvia ni salgo, ni te busco, ni te espero, pero son días que siempre compartimos. Los días de lluvia.
J.