Dicen que las estrellas mueren y su luz continúa viajando, y cuando nos alcanza a nosotros sólo estamos viendo los restos de un vacío muerto en el espacio. Pero yo conozco galaxias que dejan ecos. Galaxias que, cuando las abandonas, no lo haces realmente, sino que su luz y su calor te acompañan, y mientras esa luz permanece no existe vacío ni frío. Porque eres en la galaxia, y eso no tiene que ver con el espacio ni con el tiempo, con las cosas que viven y las que mueren, sino con lo que sentimos. Con lo que somos cuando sentimos. Yo conozco galaxias que cuando dejan de ser lanzan tras ellas ecos de lo que serán las próximas galaxias, en un hermoso ciclo infinito. Y hay pocas cosas más hermosas que poder ser parte de ese ciclo.
J.