Que las semillas que se han plantado en el invierno crezcan y se enraícen en primavera, y sigan creciendo hasta entregarnos sus frutos en el verano.
PD: Y este invierno se han plantado muchas cosas hermosas.
J.
Este año quiero pararme con calma a recordar lo que significa Imbolc. Significa que aunque haga un frío de narices, la primavera llegará. Significa que aunque estemos en el corazón del invierno, lo superaremos. Es muy fácil dejarse llevar por el hielo y el cansancio de la estepa gélida. Pero podemos llegar al otro lado. No es un asunto de espacio. Es un asunto de tiempo. Hacerte duro. Hacerte fuerte. Hacerte resistente. Y avanzar. Un paso más. Un día más. Aunque no se vea hacia dónde. Porque si lo haces durante el suficiente tiempo, la primavera llegará. Siempre lo hace. Eso es Imbolc. Y hoy es Imbolc. Todas las personas a las que quiero deben recordarlo. Y yo también. Así que un pasito más.
Y así al final, una vez más, lo lograremos. Lo que sea. Todo. También podría decirlo en palabras de Extremoduro (1′ :58”), pero últimamente estoy demasiado malhablado por aquí, así que cada uno lo escucha con calma, y reflexiones sobre ello -.-. No es necesario analizar las figuras retóricas ;-).
J.
También es la época en la que nacen las ovejas :-), pero eso me queda un poco más alejado.
J.
Los tiempos cambian. Las personas. Las creencias. Y los primeros en cambiar siempre son los que tienen un camino más duro y sobre todo más solitario. Así que desde aquí mando un saludo a todos los paganos de España, me lean o no, que hoy están celebrando Imbolc (y dentro de nada Ostara, uhm, huevos de chocolate).
Feliz Imbolc.
J.